Cuando te haces tan popular tan deprisa, lo normal es perder el norte. Que un actor con un Goya y 12 millones de seguidores hable así es un milagro: “No soy un chico bueno y humilde, pero es lo que vendo porque es lo que la gente quiere ver”. Leer
Cuando te haces tan popular tan deprisa, lo normal es perder el norte. Que un actor con un Goya y 12 millones de seguidores hable así es un milagro: “No soy un chico bueno y humilde, pero es lo que vendo porque es lo que la gente quiere ver”. Leer